Tribuna Pública de UGT
Que el actual gobierno trabaja por la igualdad entre mujeres y hombres es una falacia que se desenmascara haciendo un análisis del balance de la gestión de la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, a lo largo de este año de legislatura
Más que de la gestión, en cuestiones como la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres, podríamos hablar de la No gestión, pues en un año la Ministra ha hecho múltiples anuncios en sus intervenciones públicas sobre medidas en materia de igualdad que no se han sustanciado en hechos concretos. En concreto 30 medidas anunciadas en una centena de ocasiones. En el mejor de los casos, lo único que se ha hecho desde el Ministerio es continuar con los proyectos iniciados por el Gobierno anterior, porque estaban concertados previamente con instituciones europeas.
Esta estrategia de propaganda sin límites de Políticas en favor de la conciliación, la no discriminación o contra la violencia de género que han sido anunciadas a bombo y platillo por el Ejecutivo, ha enmascarado la realidad: una durísima “agenda de recortes sociales “ que ha consistido por ejemplo en reducir la obligación de las empresas a incluir medidas en Igualdad, en recortar el presupuesto a programas relacionados con el empleo femenino, en recopilar y vender como propias medidas que venía llevando a cabo el gobierno anterior sin aportar nada nuevo o empeorandolas o en aprobar otras reformas, como la laboral, que acentúan la discriminación.
Entre las medidas anunciadas y no cumplidas o vendidas como nuevas o cuya modificación empeora sustancialmente lo establecido anteriormente, podemos citar algunos ejemplos:
En el capítulo de acceso y promoción profesional y en concreto en políticas que favorezcan el liderazgo femenino, se han anunciado como nuevas becas de la UE a la CEOE para cursos y master de alta dirección destinados a mujeres que ya están aprobados en la legislatura anterior.
Se publicita en este periodo el impulso de la igualdad, alentando a las empresas a que adopten políticas de igualdad en su seno y se legisla en sentido contrario eliminando con la Reforma Laboral la obligatoriedad de los planes de Igualdad que estaba establecida en el Estatuto de los Trabajadores por la ley de Igualdad efectiva.
En relación a la conciliación se anuncia un hipotético Plan Estatal de guarderías laborales y simultáneamente se suprimen las ayudas a la creación de escuelas infantiles que tenían un claro componente asistencial y de ayuda a la conciliación familiar y laboral y lo mismo sucede con el 9 veces anunciado Plan de apoyo a la Conciliación cuando a la vez han reducen drásticamente las transferencias a programas relacionados con empleo femenino, con servicios de acompañamiento como comedores escolares, transporte escolar, ludotecas, atención a mayores, dependencia, etc… Por otro lado, se venden como medidas de fomento de la conciliación algunas de las más lesivas contenidas en la reforma laboral, como el modificado “contrato a tiempo parcial” por el que se contrata muy mayoritariamente a mujeres y que ahora permitirá al empresariado tener a mujeres por dos horas mediante contrato, trabajando realmente ocho, seis de las cuales (extraordinarias) no cotizarán al desempleo porque así lo establecen la norma y cuya distribución y horarios será decidida íntegramente por el empresario, por lo que su futura prestación de desempleo será solo por las dos horas cotizadas y desde todos los puntos de vista la conciliación prácticamente imposible.
En cuanto a medidas especificas contra la discriminación se publicitan organismos y planes creados por el anterior gobierno en cumplimiento de lo establecido en la ley de Igualdad Efectiva 3/2007 pero a los que con los recortes se les ha menguado sustancialmente el presupuesto.
Respecto al empleo, podemos decir que el paro femenino ha aumentado en un 14,69%, casi 400.000 mujeres resultando más dramático aún para las mujeres mayores de 54 años, en las que ha aumentado en un 24,85%, todo ello pese al anuncio de otro “plan fantasma” esta vez de empleo femenino. Se da la paradoja de que también se enorgullecen de medidas antidiscriminatorias que se contienen en la norma que más fomenta la discriminación por las facultades casi omnímodas que da a los empresarios, la citada reforma laboral o también aluden como medida estrella el mal llamado contrato indefinido para emprendedores, que es un despido libre encubierto, puesto que permite un periodo de prueba de un año y en el que se bonifica la contratación de mujeres.
Para combatir la discriminación salarial se anuncia reiteradamente un plan específico de la inspección pero a la vez se vacía de contenido y se reduce a la mínima expresión el existente desde 2007 que estaba dando unos resultados alentadores.
Podríamos hablar también de las incongruencias en políticas de lucha contra la violencia de género, de la ley de tasas, de los recortes en sanidad y educación que también afectan a las mujeres como trabajadoras y usuarias de los servicios, pero por cuestión de extensión del artículo no podemos y creemos que este recorrido que no pretende ser exhaustivo sirve para dar una idea aproximada de cómo está el panorama en materia de igualdad.
Desde UGT Melilla queremos denunciar que nuevamente, el Gobierno queda retratado en su política de incumplimientos y regresiones sociales, que está practicando desde el primer día de mandato, que acentúan las desigualdades y contribuyen a un aumento del empobrecimiento de las mujeres y de las discriminaciones que sufren. Políticas, en definitiva, que conducirán no solo a una recesión económica y social, sino que están provocando ya una recesión en la igualdad de género.
Secretaria de Igualdad de UGT Melilla