En el día de ayer, la UGT dio por finalizada la negociación sobre la jornada de trabajo en la Policía Local con la Consejería de Seguridad. En una reunión que tuvo lugar en el despacho del Consejero de Seguridad Ciudadana, donde estuvimos reunidos con el Consejero y  con el Director Gral. de la Policía, a petición de UGT y CSIF.

Esta reunión fue motivada para cerrar los últimos flecos de una negociación que duraba ya siete meses, pues desde septiembre del pasado año 2012, se han estado manteniendo reuniones con la Consejería de Seguridad para la aplicación, en la Policía Local, del decreto del Gobierno sobre la Jornada laboral en los empleados públicos y la pérdida de derechos que ello implica.

Tenemos que decir, que la valoración en general de toda la negociación es positiva, teniendo en cuenta el punto de partida, que era romper definitivamente con el sistema de trabajo implantado desde hace dos años en la plantilla y que tan bien había funcionando. A día de hoy hemos conservado nuestro sistema de trabajo intacto, excepto los tres meses de verano, en los que se cambia el sistema para suplir la merma de personal por las vacaciones estivales.

A la UGT, una vez finalizada la negociación, se le queda un sabor agridulce y la sensación de que el Consejero dio por finalizado el asunto hace meses, y que nos ha tenido entretenidos con la falsa promesa de que no cambiaría absolutamente nada de nuestro sistema de trabajo si no había cambios significativos en el resto de funcionarios de la Ciudad Autónoma. Por tanto la UGT, SE SIENTE ENGAÑADA por el Consejero  de Seguridad, ha estado mintiendo al colectivo de la Policía Local con falsas promesas. Y digo al colectivo de la Policía Local, porque no sé si el Consejero  ha tenido en cuenta que incumplir promesas a la UGT en esta negociación, es hacerlo a toda la plantilla, ya que hemos sido el instrumento de negociación, de información y de valoración de la misma a toda la plantilla de la Policía Local.

También me gustaría valorar la actitud del Director General en toda la negociación, la cual califico como “NEFASTA” para la plantilla de Policía Local. Desde que empezamos a tratar  las jornadas de trabajo en la Consejería, este señor  se ha dedicado sólo y exclusivamente a poner palos en las ruedas para que la negociación no marchase. Se ha dedicado a torpedear las propuestas de los sindicatos, eso si, siempre con la calculadora en la mano, porque mientras los que estábamos en la mesa, debatíamos las opciones, él se dedicaba a calcular con su calculadora, no se que cuentas. Dejando claro que para el Director de la Policía, los miembros que la formamos, no somos mas que números en su maquinita, y que cuando le hablamos de conciliación laboral y familiar, estoy completamente seguro que no sabe de que estamos hablando. A todos los acuerdos que se han llegado en la Consejería en esta negociación a sido gracias al consentimiento del Consejero, pero con la negativa SIEMPRE de este señor.

Un ejemplo claro de la manera de actuar del Director es la que protagonizó ayer en la mesa, levantándose de la misma muy enfadado y diciendo que tenía cosas más importantes que hacer, abandonando la reunión mientras increpaba al representante de UGT, reprochándole que le llevara la contraria. Este hecho nos parece lamentable y gravísimo, ya que este hombre tiene un cargo para que tenga que estar, si le corresponde, en esta mesa y no abandonarla cuando se canse o no le interese lo que se esta diciendo. Y ni que decir tiene que nos parece una falta de respeto a toda la plantilla de la Policía Local. Por  tanto yo le diría al Presidente de la Ciudad, que nos consta su aprecio por la policía Local y que ha demostrado durante años, asistiendo siempre al patrón del cuerpo, que esta policía no merece a alguien así que la dirija, por lo que le pedimos que haga cambiar la actitud del Director con la plantilla y sus representantes o que cambie de Director.

La UGT, a pesar de lo dicho, va a tratar de llevar este asunto a la Consejería de Administraciones Públicas para intentar resolver este conflicto,  que tiene a la plantilla de policía Local completamente crispada y en un estado de inseguridad en su trabajo como nunca se ha tenido.