UGT-Melilla ante todo quiere resaltar todo su apoyo y solidaridad a los Vigilantes de Seguridad agredidos en el Hospital Comarcal y considera que la última agresión sufrida  por los trabajadores es la gota que colma el vaso de una situación delicada. No podemos ni debemos contentarnos con denunciar al agresor, sino que hay que introducir medidas que eviten que estas circunstancias puedan repetirse, para ello hay que reforzar las medidas de seguridad en el citado centro hospitalario, así como en los respectivos centros de salud, donde también agresiones, insultos y descalificaciones se dan con frecuencia.

Para ello instamos a la Dirección provincial del INGESA  a la adopción de medidas consecuentes para acabar con este tipo de actos violentos que ponen en riesgo la seguridad de los trabajadores y trabajadoras de esos centros de trabajo y enturbian el normal desempeño de los servicios afectando también a los pacientes.

De igual forma instamos al propio INGESA a  tratar este asunto en la próxima reunión de la Comisión Ejecutiva Provincial de este organismo, donde como organización sindical podamos exponer y solicitar las medidas que a nuestro juicio es conveniente poner en marcha.