132.055 personas más en paro que en Diciembre

263.243 empleos destruidos.

Se destruyen  más de 8.500 empleos diarios.

El Secretario General de UGT-Melilla ha valorado los datos del paro publicados hoy por los Servicios Públicos de Empleo relativos al paro registrado en el mes de enero de 2013 que vuelven a mostrarnos la dramática situación en la que nos encontramos. Así, tras el negativo año 2012, los datos del primer mes del año apuntan a que durante el año 2013 puede prolongarse la misma tendencia negativa. Por más que desde el Gobierno apunten una mejora de la situación, los datos hoy publicados no permiten avalar dicha mejoría.

Díaz ha lamentado  que nos encontremos con un Gobierno sin ningún tipo de credibilidad, que yerra continuamente en sus previsiones económicas y financieras, y que ha incumplido prácticamente todas sus promesas electorales.

El dirigente de UGT-Melilla se pregunta  qué más necesita el Gobierno para reaccionar y que empiece a aplicar las políticas económicas que necesita nuestro país. Hasta qué punto tendremos que llegar para que se dé cuenta que una política basada únicamente en los recortes del gasto público y en relegar el papel del Estado no conducen más que a la depresión económica y que ni siquiera sirve para reducir el déficit si no se actúa sobre el crecimiento. Para comprender que no se puede salir de una crisis de la magnitud y profundidad como la que nos encontramos desde una política basada en la pérdida de derechos de la ciudadanía ni en la profundización de las desigualdades sociales y de los desequilibrios.

Para Alonso Díaz es necesario, por lo tanto, un giro de ciento ochenta grados en el planteamiento de las políticas económicas para que éstas se basen en el crecimiento económico y en la centralidad del empleo y no en la reducción insistente por el déficit, que se reducirá en cuanto empiece a recuperarse la actividad económica. Solo así, tras la recuperación económica, se conseguirá una mejora en el mercado de trabajo.

Es urgente un cambio de rumbo y pasar de los recortes al impulso de la contratación y del empleo. Lanzar un plan de empleo en el que participen todos los poderes, estatal, autonómico y local, así como todos los interlocutores sociales. Un plan de estímulo a la creación de empleo allá donde haya más posibilidades de futuro, buscando yacimientos de empleo en sectores donde sea posible crecer de forma sostenida y equilibrada, con mayor valor añadido, como los relacionados con la economía verde o aquellos con mayor proyección tecnológica.

Con políticas de empleo se puede potenciar la creación de empleo en determinados colectivos más desfavorecidos o con mayores dificultades de inserción o de reincorporación al mercado de trabajo. Pero de una reforma que recorta derechos, facilita el despido, utiliza nuevos formatos de contratación precaria y trata de apartar a los protagonistas de la negociación colectiva, no se podía esperar que cortara la destrucción de empleo ni generara nuevos puestos de trabajo, como así ha sido.

Díaz ha manifestado que hay alternativa si se cambia el objetivo de la política económica: no tiene sentido seguir afirmando que esta es la única política posible porque no es cierto. Lo que hay que hacer es proteger a los que se han visto más perjudicados por la larga crisis que atravesamos y que cada vez se encuentran con mayores dificultades para reincorporarse al mercado de trabajo; hay que hacer políticas que favorezcan el mantenimiento y la creación de tejido industrial en sectores de mayor aportación de valor añadido y con mayores posibilidades de crecimiento duradero y sostenido; y hay que procurar que los jóvenes tengan oportunidades, porque son el capital de futuro más valioso que tenemos; y hay que valorar la experiencia y el saber hacer de los trabajadores que ahora no tienen oportunidades, porque son el capital actual que tenemos tan desaprovechado. Estos son los objetivos que hay que lograr, antes que la reducción del déficit y el abismo al que nos lleva.